“No tengo
muchos recuerdos de mi vida en Carolina del Norte, pero me acuerdo de que mi
madre de contaba que cuando era un niño, nuestros vecinos eran muy aficionados
a la música de Louis Jordan, y cuando ponían su música, me contaba mi madre,
empezaba a seguir el ritmo con mis pies. Cuando era otra la música que sonaba,
mis pies no hacían absolutamente nada. (…) San Luis es una gran ciudad para
enamorarse del blues. Albert King estaba allí, Little Milton, Ike y Tina Turner
(…)”
“Tuve una
infancia difícil y de aquella experiencia me quedó una tartamudez que me
impedía hablar. Literalmente no podía hablar. La gente intentaba ayudarme
terminando las palabras por mí, pero eso lo hacía aún peor. Como bajista, tocaba
en distintas bandas y esa era una forma de conocer chicas, pero cuando me
hablaban muchas de ellas me rechazaban. Eso me hacía sentir realmente mal.
Entonces un día cogí la guitarra, yo había estado tocando blues en esas bandas
de San Luis, conocía las canciones, empecé a cantar y la voz simplemente salió,
y nunca volví a tartamudear nunca más. Cuando la gente me pregunta como llegué
al blues, prefiero pensar que el blues me escogió a mí.”
“[En
referencia a Ernest Banks] Creo que su filosofía era: “nunca toques una nota en
la que no creas”, pero lo que me ha quedado grabado de él es la máxima de no
escribir o cantar sobre algo de lo que no sepa nada.
“[A una
pregunta acerca de su costumbre de contar historias en sus conciertos] En
primer lugar yo estaba en el circuito del folk donde era habitual que la gente
contara sus historias, y yo, siendo un chico del blues, también contaba las
mías y así empecé. Por aquel entonces los viejos chicos del blues, como Ernest
Banks y Brownie McGee también lo hacía, así que pensé que era una buena idea.
Esas historias empezaron a alargarse cuando tenía mi banda y el repertorio que
teníamos no cubría todo el tiempo de actuación que teníamos.”
“El blues es
honesto. Es real y habla de los sentimientos que tenemos todos. (…) Si tocas
con el corazón, tocas con el alma. El blues habla de la gente. El blues trata
de las emociones básicas que todos experimentamos en nuestra vida diaria. Todos
buscamos a alguien a quien querer, a alguien que nos quiera, todos queremos
poner comida en la mesa, tener un bonito lugar en el que vivir, quieres que tus
hijos estén bien, quieres tener las necesidades básicas cubiertas, y el blues
habla de todo eso. El blues te hace celebrar la vida”.
Fragmentos de
la entrevista concedida a Alan White y publicada en la web Early Blues.
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