Blue frieze. |
Nacido en Nueva York en 1974, Gus Powell sigue fiel a la ciudad que le vio nacer y ahí sigue, desde el barrio de
Brooklyn, buscando trasladar a sus fotografías el pulso de una ciudad que no
para, en la que los oficinistas y demás trabajadores no se detienen un segundo,
avezados a hacer dos cosas a la vez (contestar correos mientras se come un
bocadillo apresuradamente, o limpiar los zapatos mientras se corta el pelo).
Chessmen. |
Ese pulso, ese nerviosismo, ese
continuo devenir, es lo que Powell inmortaliza en sus instantáneas analógicas
(reserva las cámaras digitales para los trabajos para periódicos o revistas),
en color porque como él mismo ha dicho alguna vez, vivimos en un mundo de
colores, aunque, como por otra parte es normal en los fotógrafos nacidos en el
mundo analógico, se inició en el blanco y negro.
I do this to make ends meet. |
Powell intenta congelar esos
instantes poblados por extraños, por personajes que muy bien pudieran formar
parte de una sociedad secreta regida por unas reglas que impiden reconocerse
como tales, pero todos marcados por las mismas pautas de comportamiento
individual, metidos como están en la vorágine pero, al mismo tiempo, ajenos a
ella o tan imbuidos en ella que ya no le prestan ninguna atención.
Fotografías que comparten un
sustrato emocional o narrativo, a pesar de que parecen diferentes unas de
otras, parecen no compartir a simple vista una base unitaria y, sin embargo, la
tienen, la detectamos de un modo subconsciente y es posible que nos podamos
identificar con la narrativa que se nos pone delante.
Fruto de muchos años de caminar
las calles de su ciudad, de vagar con la cámara al hombro dispuesto a disparar
en cualquier momento, en el que es su escenario favorito para desarrollar su
obra. De hecho el propio Powell reconoce que lo que realmente le gusta es
buscar, encontrar ese momento especial más incluso que el hecho de tomar la
fotografía y el trabajo posterior para dar forma a la misma.
Wrong again. |
De ahí salen personas que pasan,
mujeres que ocultan a sus espaldas un ramo de flores que lo mismo lo acaba de
recibir o está dispuesta a regalarlo a alguien, de espaldas a nosotros mira la
calle; hombres cuyos rostros se mantienen entre la luz y la sombra, y nos dicen
algo con su mirada; una pareja que parece estar en un momento de dificultad,
mientras otra aprovecha la noche y las calles vacías para abrazarse ante un
edificio de aire neoclásico.
Our secret. |
Se trata de construir imágenes
que reflejen la vida contemporánea, algo que no es demasiado fácil en un mundo
en el que las imágenes nos inundan dándolos la falsa sensación de que podemos
aprehender lo que nos rodea, que podemos llegar a comprender las circunstancias
en las que nos movemos. Incluso cuando es el mundo natural el que se enseñorea
de sus fotografías tenemos una sensación rara, un extraño sentimiento de
desolación, de que algo no termina de estar bien del todo.
“Las fotografía que hago
definitivamente son producto del tiempo y del espacio en el que fueron hechas”,
según definición del propio Powell.
Norfolk for J..J. |
El mundo: una unidad formada por compartimentos estancos a los que nos acostumbramos, pero cómo duelen!
ResponderEliminarImagenes de vida que se repiten en todas partes, en diferentes escenarios, pero al fin de cuentas, todos somos los mismos.
Besos amigo telefónico, ;)
Cierto que muchas veces las vidas en distintas partes del mundo terminan pareciéndose bastante.
ResponderEliminarUn abrazo y siempre un gusto oir tu voz a la espera de un día nos podamos conocer :)