La doncella y la muerte
Una doncella
rubia se enamora
De un
caballero que parece la muerte.
La doncella
lo llama por teléfono
Pero él no
se da por aludido.
Andan por
unos cerros
Llenos de
lagartijas de colores.
La doncella
sonríe
Pero la
calavera no ve nada.
Llegan a una
cabaña de madera,
La doncella
se tiende en un sofá
La calavera
mira de reojo.
La doncella
le ofrece una manzana
Pero la
calavera la rechaza,
Hace como
que lee una revista.
La doncella
rolliza
Toma una
flor que hay en un florero
Y se la
arroja a boca de jarro.
Todavía la
muerte no responde.
Viendo que
nada le da resultado
La doncella
terrible
Quema todas
sus naves de una vez:
Se desnuda
delante del espejo,
Pero la
muerte sigue imperturbable.
Ella sigue
moviendo las caderas
Hasta que el
caballero la posee.
Mujeres
La mujer
imposible,
La mujer de
dos metros de estatura,
La señora de
mármol de Carrara
Que no fuma
ni bebe,
La mujer que
no quiere desnudarse
Por temor a
quedar embarazada,
La vestal
intocable
Que no
quiere ser madre de familia,
La mujer que
respira por la boca,
La mujer que
camina
Virgen hacia
la cámara nupcial
Pero que
reacciona como hombre,
La que se
desnudó por simpatía
Porque le
encanta la música clásica
La pelirroja
que se fue de bruces,
La que sólo
se entrega por amor
La doncella
que mira con un ojo,
La que sólo
se deja posee
En el diván,
al borde del abismo,
La que odia
los órganos sexuales,
La que se
une sólo con su perro,
La mujer que
se hace la dormida
(El marido
la alumbra con un fósforo)
La mujer que
se entrega porque sí
Porque la
soledad, porque el olvido...
La que llegó
doncella a la vejez,
La profesora
miope,
La
secretaria de gafas oscuras,
La señorita
pálida de lentes
(Ella no
quiere nada con el falo)
Todas estas valkirias
Todas estas
matronas respetables
Con sus
labios mayores y menores
Terminarán
sacándome de quicio.
Para que veas que no te guardo rencor
Te regalo la
luna
seriamente
-no creas que me estoy burlando de ti:
te la regalo
con todo cariño
¡nada de
puñaladas por la espalda!
tú misma
puedes pasar a buscarla
tu tío que
te quiere
tu mariposa
de varios colores
directamente
desde el Santo Sepulcro.
Contrastes, palabras duras y bellas, el poema de Nicanor a la mujer nunca podrá reflejarlas todas, y el poema de la mujer a Nicanor ¿qué diría?
ResponderEliminarBesito en lunes, tengas una feliz semana amigo Alfredo.
NATALIA: Tienes razón, sería la mar de interesante saber que dirían esas mujeres o tan solo una, del poeta y por extensión de todos su congéneres masculinos.
ResponderEliminarBuena semana!!
Singular poesía la del Sr: Parra.
ResponderEliminarAbrazos.
Alucinante siempre la poesía de Nicanor Parra, Alfredo, sublime. Es magnífico ese "Para que veas que no te guardo rencor". Me despido por un tiempo, no encuentro ganas o fuerzas para seguir publicando. Espero que tengas un plácido y feliz verano. Nos veremos en septiembre.
ResponderEliminarBALAMGO: Sí que la es, desconcertante a ratos, divertida a otros y siempre profunda.
ResponderEliminarUn abrazo!!
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PACO: No es buena esa noticia que me das, pero espero que el descanso veraniego te devuelva con energías renovadas y sigas aportando tu importante grano de arena a la difusión del arte.
Un abrazo y hasta siempre!!