Después de una mini temporada de
seis capítulos, la BBC rodó la segunda temporada de esta serie protagonizada
por Idris Elba, el inolvidable Stringer Bell de The Wire, en este caso formada
por dos capítulos de dos horas repartidos en cuatro episodios. La buena noticia
para los aficionados a la serie es que la BBC ya ha anunciado que rodará una
tercera temporada aunque no ha dicho de cuantos capítulos constará.
En esta segunda temporada, el
inspector jefe John Luther vuelve a la carga para ocuparse de una unidad
policial especializada en crímenes especialmente violentos y de asesinatos en
serie. Así tendrá por delante a un misterioso asesino enmascarado que juega con
el miedo de las personas, y unos más que particulares jugadores de rol.
Si por sí mismas esas dos
historias crean un clímax de tensión más que notable, la peripecia personal de
John Luther no viene sino a aumentarla, de tal forma que el espectador
raramente tiene un momento de descanso. Luther vuelve a transitar por esas calles
de Londres en las que las que parece que nunca luce el sol y la maldad se mueve
entre las sombras de una oscuridad decimonónica o se desarrolla en el interior
de luminosos espacios contemporáneos.
Y siempre la claustrofobia, esa
que sufre Alice Morgan, inquietante y magnífica encarnación de un mal incapaz
de empatizar con el sufrimiento de los demás; e incluso la claustrofobia
interior de Luther, un personaje obsesivo, que va un lado a otro de la línea
roja de la legalidad o de lo que la sociedad considera ético y lo que no, con
las manos en los bolsillos de los pantalones y ese gesto cansado de alguien que
no puede librarse de esa ecuación que dice que cada acción provoca su reacción.
Una de las particularidades de
esta serie es que el espectador conoce prácticamente desde el principio quien
es el asesino, y el guión se fija entonces en los métodos que utiliza Luther
para atraparlo, un Luther al que le pesa el mundo y su particular talento para
meterse en la mente del asesino y que le lleva a tomar actitudes
incomprensibles, a veces, para sus compañeros. Una cosa así como a medio camino
entre Sherlock Holmes y Colombo, como ha señalado el creador de la serie, Neil
Cross.
Y es que si el mal discurre
siempre por caminos intrincados, el bien a veces tampoco discurre por las
autopistas, y para ayudar a alguien a veces hay que mancharse las manos lo que
no significa que se tenga que ser corrupto.
No soy yo muy aficionado a series, por tanto, no conozco esta, pero parece interesante lo que describes. Buena semana, Alfredo.
ResponderEliminarEsta podemos decir que es una miniserie. La primera temporada tiene seis capítulos y la segunda cuatro, así q se ve muy rápido y, además, merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo!!
No todas las series me gustan, sólo cuando descubro algo en ellas que me atraigan por su contenido. Un cordial saludo.
ResponderEliminarAMELIA: Yo también soy escogido para estas cosas, pero esta tiene muchas cosas buenas.
ResponderEliminarSaludos.
me parecde una serie interesante. pero por lo visto se ha quedado parada.
ResponderEliminarparece ser que no estan rodando mas capitulos.
es una pena porque la serie prometia.
y los titulos de los capitulos no se encuentran por ninguna parte
La primera temporada me la trague entera y me pareció bastante buena y diferente a lo que se viene viendo en lo que a series de policías
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