Escultora británica que tiene en la arcilla, el bronce, el vidrio y vitrinas en las que introduce basuras y otros elementos que encuentra en los alrededores de su estudio londinense, los materiales que utiliza con mayor frecuencia para dar consistencia física a sus ideas escultóricas, ya que como dice la propia artista: “Creo que mi obra crece a través de un proceso de apropiación y de referencia, no tiene un contenido didáctico, sino que está más próxima a un proceso de revelación y de descubrimiento”.
Muchas de las obras de Rebecca Warren, presentan un aspecto que las acerca a un contenido impresionista, ya que parecen más impresiones, ideas que se insinúan, que parecen querer salir de una masa aparentemente informe pero en la que podemos intuir formas humanas, seres a punto de nacer que están esperando confrontarse con la imagen que se crea en la mente del espectador para terminar de cobrar vida.
Warren se acerca con respeto pero también desde un posición de educada confrontación a la obra de artistas como Rodin o Picasso, dos autores que para ella son una referencia, y otros como Boccioni, Degas o Fontana, pero no para seguir sus enseñanzas sino para recorrer un camino nuevo, original aunando en cierta medida lo formal y lo grotesco. Lo que hace, según se puede leer en masdearte.com en el artículo referido a una exposición que tuvo lugar en Londres, es poner “en entredicho la vigencia de su autoridad, desde una posición sutil y respetuosa”.
Esta artista es una de las escultoras por excelencia de la figura femenina, en una serie de obras que podríamos considerar como verdaderos tótems contemporáneos, figuras que nos llevan a pensar, salvando las distancias de todo tipo, en aquellas encarnaciones de la fecundidad prehistóricas como la Venus de Willendorf. “De tal modo que bien podrían ser entendidos como iconos de actuales tribus urbanas”, como se puede leer en el artículo citado.
Para conseguir el efecto de inacabado, de obra que sigue en proceso o que el artista ha abandonado por su propia voluntad, en las obras en arcilla utiliza ese material sin cocer, superponiéndolo y trabajando con rapidez, para romper el aire con esas piezas casi siempre figurativas. Piezas con un aire rústico que también le da un carácter de provisionalidad.