martes, 2 de marzo de 2010

Melody Gardot, la belleza hecha música



Escribo este artículo mientras en mis oídos van sonando las canciones de Worrisome Heart, el disco que con 24 años compuso esta joven voz del jazz norteamericano que responde al nombre de Melody Gardot. No sólo tenía esa edad en 2008, sino que además era su segundo disco, y un compendio perfecto de lo que había sido su primer trabajo discográfico y de lo que fueron sus otros dos trabajos publicados hasta el momento.

Una música que es indisociable de su peripecia personal. Nacida en New Jersey, Melody pasó su infancia y adolescencia en Philadelphia, ciudad en la que, cuanto tenía 19 años, fue atropellada por una furgoneta que hizo un giro prohibido mientras montaba en bicicleta. Accidente que le causó graves secuelas, incluida pérdida de memoria, y que la obligó a pasar una larga temporada postrada en una cama de hospital. Antes de eso, Melody tocaba el piano por diferentes locales de la ciudad y pintaba. Su médico le recomendó que utilizara la música como vehículo para recuperar su mente, y fruto de eso fue el disco Some Lessons: The Bedroom Sesions (2005), grabado en la misma cama del hospital gracias a una mesa de grabación portátil.

Ese disco llegaría a una emisora de radio local y un periódico de la ciudad le dedicaría un artículo, y eso fue la que la puso en el camino profesional de la música, en el que ha recorrido un breve pero intenso camino gracias a una sensibilidad extraordinaria para la composición, además de tocar el piano y la guitarra, y que convierten a cada una de sus canciones en un mundo de sensaciones, en un cúmulo de experiencias que dejan un sabor intenso, duradero, y en el que confluyen el jazz, el blues, el soul, el country, o los ritmos brasileños.



Ella misma ha dicho en alguna ocasión que “he acabado haciendo algo parecido al jazz, pero yo crecí con mis abuelos escuchando polcas y canciones francesas [de ahí algún toque cajún que es posible rastrear en alguna de sus temas], y mi madre era una hippie que escuchaba a gente como James Taylor o los Beatles”. Precisamente a su abuela, a la que le gustaba mucho la película El mago de Oz, debe una versión muy especial del tema Over the Rainbow que suena en su disco My One and Only Thrill.

Música sencilla, que no simple, a la que alguien calificó de “la paz hecha música, de enorme sinceridad, y con letras que hablan de temas que conoce bien, de desamores, de su accidente, que la insertan poderosamente en esa corriente musical norteamericana que, según dice Carlos Galilea, va del jazz a la bossa nova. El mismo Galilea califica la voz de Melody Gardot como “carnosa siempre al servicio de la canción”.

Su carrera la inició con el ya citado Some Lessons: The Bedroom Sesions (2005), al que seguiría Worrisome Heart (2008), Live from Soho (2009) y My One and Only Thrill (2009). Con el segundo de esos trabajos se presentó en el Festival de Jazz de Montreal, en el que causó sensación por la comprensión profunda, la fuerza y la simplicidad de sus melodías, y que le han valido comparaciones con Peggy Lee y Julie London.

Sea como fuere, y desde un punto de vista únicamente relacionado con el puro goce musical, Melody Gardot ha compuesto hasta la fecha un puñado de canciones que nos hablan de lo que nos pasa con suavidad, sin sobresaltos, pero con profundidad. Música reñida con las prisas, con el consumo rápido, y que, por el contrario, pide compañía, escucha activa y relajarse y disfrutar con las atmósferas que cada uno de los temas nos va creando.

11 comentarios:

  1. Impresionante Melody Gardot, un descubrimiento que me emociona enormemente.
    Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ti querido Alfredo, que tienes la sensibilidad exquisita de regalarnos estas joyas únicas, como esta maravillosa artista y mujer que me ha removido la sangre.

    ResponderEliminar
  2. wow! no la conocía, gracias por este descubrimiento :)

    ResponderEliminar
  3. Siempre me llevo algo de tu casa.
    Gracias paisa.
    Al pinchar sobre tu avatar me dice que no se puede acceder al perfil, te busqué por san google ;-).Mi manía de no guardar dires.

    Abrazo musical.

    ResponderEliminar
  4. No sabes lo bien que me hace escucharla para comenzar el día...Bueno, sí lo sabes, por eso lo compartes con nosotros. Asi de generoso sos.
    Un besito sencillo (no simple)

    ResponderEliminar
  5. CARMENSABES: Es difícil no quedar enganchado en la redes musicales de Melody Gardot, y cuando conoces su historia entiendes mucho mejor sus melodías.

    Un beso!!

    *******

    ANA: De nada. Yo tampoco la conozco desde hace mucho, apenas unos meses, pero ya soy incondicional.

    Abrazos!!

    ******

    FUGA: Pues no sé porque mi perfil no está accesible. Misterios de la informática, supongo. Música para dejarse acompañar es lo que nos ofrece Gardot

    Besos, asturiana!!

    *********

    CAS: Efectivamente, la magia de lo sencillo flota en todas y cada una de sus canciones, profundas al mismo tiempo.

    Besotes!!

    ResponderEliminar
  6. Me encantaron los videos, las canciones maravillosas.
    Muy buen artículo!

    ResponderEliminar
  7. Gracias Carla. Una música para sentirse en paz con uno mismo y los demás.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  8. Me encanta Melody Gardot, una de mis preferidas. Gracias por tu excelente artículo. Felicidades.

    ResponderEliminar
  9. Una voz a seguir de cerca porque seguro que va a deparar muchas horas de disfrute lento.

    Un saludo!!

    ResponderEliminar
  10. Hola Alfredo
    Anoche vi la película An Education. La banda sonora incluye un te de Melody Gardot: you heart is as black as night y me acordé de tu post.
    cariños.

    ResponderEliminar
  11. Anónimo14:36:00

    Encontré tu entrada porque estoy haciendo una reseña del concierto que dio Melody Gardot en el Palau de la Música en Barcelona. I es algo impresionante. Aun cuando escucho las canciones se me pone la piel de gallina.
    Si aun no la has visto en directo, y tienes la oportunidad, ve, no te arrepentirás. Es la elegancia, la sencillez, la humilidad y la profesionalidad hecha mujer.

    Saludos desde Barcelona.

    Por cierto, me ha encantado tu artículo.

    ResponderEliminar