Con este artículo dedicado a la primera mujer que pudo vivir
del arte en la República del Uruguay, inicio un recorrido por las figuras de
algunas artistas de ese país sudamericano que continuará con Amalia Nieto,
María Freire y Águeda Dicancro representante cada una de ellas de un modo
diferente de expresar su creatividad por medio de la pintura fundamentalmente.
Petrona Viera nació en el seno de una familia de posibles,
hija de Feliciano Viera quien fuera presidente de la república en el periodo
que va de 1915 a 1919. A la temprana edad de dos años sufriría una enfermedad
que va a marcar toda su vida posterior e incluso su forma artística. Una
meningitis la dejó sorda en un momento en el que el Uruguay carecía de
instituciones dedicadas a atender a este tipo de problemas, por lo que su
familia contrató a una famosa institutriz francesa, Madeleine Larnaudie,
familiarizada en la educación de niños sordos.
Inmersa en su mundo de silencio empezó a adentrarse en el
mundo del dibujo, primero de la mano del catalán Vicente Puig con quien
estudiaría hasta que éste se mudó a Buenos Aires. Hacía 1922, el talento de
Viera ya tenía que estar apuntando, ya que ante la falta de Puig, la familia
decidió ponerla a estudiar de la mano de su compatriota Guillermo Laborde
(1886-1940) quien la introduce en el primero de los ismos que se dieron en el
Uruguay, el planismo, con la particularidad de que nuestra pintora introdujo
entre los temas de sus cuadros el mundo de niños estudiando o sentados al aire
libre, los desnudos, mujeres atendiendo a labores como el tejido, temas que no
eran habituales en la obra de los pintores de ese movimiento volcados como
estaban en el paisaje.
Por lo que se puede ver en las obras de Viera, recurre a una
aplicación plana de los colores, logrando la profundidad en el cuadro,
especialmente cuando se trata de paisajes, con la superposición de superficies
de diferentes colores con muy pocas gradaciones tonales para componer unas
obras en las que destaca un toque poético que es imposible de no ver a la luz
de su sordera, lo mismo que su preferencia por los temas desarrollados en
interiores. De ella se dice que salía muy poco de casa y que tenía muy pocos
amigos, de ahí que la muerte de su maestro, Laborde, fuera un golpe muy fuerte
para ella después de dos décadas de relación artística.
Después de ese luctuoso acontecimiento, y de haber expuesto
su obra en los años 30 en Buenos Aires y en París, en los 40 recibe enseñanzas
de grabado de la mano de Guillermo Rodríguez, sin dejar de lado la pintura en
la que empieza a tener más presencia los paisajes, los árboles, las flores, los
animales, entre otros.
En una entrevista firmada por María Eugenia Martínez, a la
artista Emma Sanguinetti, ésta reivindica la recuperación de la figura de
Petrona Viera y del planismo, movimiento del que dice que fue el “primer
movimiento plástico con cierta coherencia [en Uruguay].” De Petrona dice
que “no tuvo una vida normal. No fue a la escuela, no tenía amigos, no salía
de casa”, lo que no le impidió convertirse en “la primera gran mujer del
arte, fue nuestra primera pintora de éxito. Y es la introductora de los niños
en la pintura nacional. El mundo doméstico, de la mujer cosiendo o del niño
jugando no era una temática.” Afirmaciones que completa diciendo que “lo
que me fascina es el uso del color, que es de una fineza absoluta. Y esa cosa
de intimidad, propia de una persona que no está conectada con el mundo.”
Una sorpresa bonita conocer a Petrona Viera... me ha encantado.
ResponderEliminarY saber de su vida, así, tan escondida del mundo.
Me encantan, tanto los paisajes, como los niños.
Un placer Alfredo!!!
Con mucho entusiasmo y emoción recorro hoy tus letras hablando de una de mis pintoras "favoritas", mejor dicho, una de las pintoras que más me conmueve tanto por su obra como por su vida, una y otra como bien lo has expresado, totalmente conectadas: el ser humano es fruto de sus circunstancias y si bien las posibilidades de Petrona, fueron muy privilegiadas, es admirable que "a pesar de..." haya capitalizado y sabido canalizar su discapacidad en una obra de destaque y que por suerte hoy pones en conocimiento de un público tan exquisito y conocedor como es el tuyo (un ejemplo el comentario de Carmen Sabes).
ResponderEliminarGracias Alfredo: me ha valido el madrugón, venir por aqui. Siempre me ocurre, hoy lo subrayo.
Un fuerte abrazo desde Uruguay a tu querida Asturias.
CARMENSABES: Para mí también ha sido interesante conocer a esta pintora uruguaya y a otras tres a las que iré asomando por aquí. Su valor está en haber convertido su mundo de silencio en una sinfonía de color.
ResponderEliminarUn beso!!
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CASANDRA: Es sorprendente que a pesar de su discapacidad y de permanecer prácticamente aislada en su casa, su obra está llena de color y, en un mundo muy capitalizado por los hombres, supo hacerse un hueco y convertir el arte en su modo de vida.
Y con lectoras como tú es un placer mantener este lugar. Gracias por el apoyo con tus comentarios y lecturas.
Besotes!!
Con mi hijo Gervasio de 7 años, visitamos esta página para un trabajo escolar. Nos gustaron mucho las pinturas, especialmente las que incluyen niños. Y nos dio pena leer sobre su soledad. Pero que alegría tenerla como pionera! Gracias por compartir esta información.
ResponderEliminarMe alegra que hayáis encontrado algo de utilidad en este artículo, y deseo que el trabajo de tu hijo quede bien bonito y sea valorado por sus maestros.
ResponderEliminarUn saludo desde España.
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ResponderEliminarUna pregunta... La primer pintura q aparece aquí cómo se llama?
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