Hijo de banqueros judíos polacos, Robert Siodmak (1900-1973) terminaría por convertirse en uno de los cineastas de cine negro más interesantes de la historia del cine, arte con el que empezó a vincularse en su Alemania natal, país que se vería obligado a abandonar en 1933 en los inicios de la persecución nazi a los judíos. Una primera parada le hizo recalar en París y, cuando la situación empeore, dará el salto a los Estados Unidos donde hará el grueso de su carrera cinematográfica que dará lugar a títulos como Forajidos, El abrazo de la muerte o La escalera de caracol.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial hará el viaje de vuelta, previa parada en París, para volver a trabajar en Alemania y ganar en 1955 el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín, el mismo año en el que Marcelino Pan y Vino se hizo con el de Plata, y Carmen Jones, de Preminger con el de Bronce. En 1971 recibió el Premio Honorífico del Cine Alemán por el conjunto de su obra, y fallecerá en la localidad suiza de Locarno en 1973.
El diablo ataca de noche es una de las películas de esa segunda etapa alemana, y en la que toma como leit motiv una historia real ocurrida en la Alemania bélica como fue la de un asesino en serie de mujeres que tenía aterrorizada a la ciudad de Hamburgo casi tanto como los bombardeos de los aliados. El chivo expiatorio terminó siendo Bruno Lüdke, un joven que tenía sus facultades mentales afectadas después de haber sufrido un traumatismo craneal en su infancia, y que era objeto de burlas constantes. En su historial policial se encontraban pequeños robos pero ningún episodio de violencia, por lo que no parecía el candidato al asesinato de 80 mujeres entre Hamburgo, Munich y Berlín. Eso no impidió que fuera castrado, internado en hospitales psiquiátricos y, finalmente, ejecutado con una inyección letal, algo que las autoridades del Reich nunca reconocieron.
Con ese argumento Siodmark retrata la esquizofrenia de un régimen como el nazi, genocida donde los haya habido, y que se toma como algo personal que por sus calles pulule alguien tan asesino como ellos, algo tan absolutamente intolerable que el propio Hitler acabará por interesarse por el asunto.
Con un estilo deudor del mejor expresionismo alemán de los años 20 y 30, Siodmark nos deja una historia de claros y de oscuros, que saca a la luz la oscuridad de un régimen como el nazi que institucionalizó el exterminio como razón de su existencia, dando lugar a unos años de hipocresía y de miedo, donde nada podía oponerse al Estado, y en la que la violencia del individuo y la colectiva se dan la mano de una manera ciertamente inquietante.
Corre el año 1944 y aunque Alemania está sometida a fuertes bombardeos todas las noches, Siodmark no nos muestra sus consecuencias más que de una forma tangencial, y parece que eso no afecta demasiado a la población civil que encuentra comida con facilidad y siempre aparece vestida de forma impoluta, e incluso se permiten pequeños viajes de placer, algo que no parece casar muy bien con la realidad histórica del momento, aunque también puede ser comprensible por la cercanía temporal, algo más de 10 años, a unos acontecimientos dramáticamente traumáticos.
En ese contexto, los oficiales nazis aparecen como una suma de corruptos siempre borrachos, y pensando en abandonar el barco y dejarlo a su suerte, mientras un policía intenta mantener su dignidad y su desafecto al partido nacionalsocialista, y eso le traerá consecuencias que cambiarán el rumbo de su vida y le obligarán a iniciar un viaje que tiene estación de salida pero no se sabe a dónde le va a conducir.
Excelente blog incluyo un link
ResponderEliminarGracias por el enlace. Paso a visitarte.
ResponderEliminarUn saludo.
después de esta detallada y convincente crónica, salgo a buscar la película. si me resfrío porque hace mucho frío afuera, te echaré la culpa, jajaj. Gracias por tu aporte como siempre, un disfrute visitarte.buen lunes y besotes.
ResponderEliminarEspero que te guste, y cuidadín con los resfriados otoñales, yo estoy con uno primaveral.
ResponderEliminarBuena semana!!
Parece interesante pero paso, sabes?, hubo una época en mi vida en que me tragué libros, pelis y todo lo que encontraba, fué tanto el horror que quedé saturada.Ahora prefiero ver cosas que me dejen buen sabor, quizá soy egoísta pero... :-(
ResponderEliminarAbrazo cinéfilo.
Creo que puedes ver esta película tranquilamente. No es una peli de terror ni de esas de una tensión insoportable, pero tampoco te va a dejar un sabor agradable, así que por ese lado tal vez la tengas contraindicada. Ya sabes lo que dice la publicidad: en caso de duda consulte a su farmaceútico, jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo sin miedo!!