Alte verbindungen, 2008. |
Nacido en la Alemania comunista, muy joven
se quedó huérfano cuando sus padres, también pintores, fallecieron en un
accidente ferroviario, lo que le obligó a crecer al cuidado de sus abuelos.
Siguiendo las inclinaciones de sus padres, empezó a estudiar pintura en la
academia de su ciudad natal, después de haber descubierto por casualidad en
casa de sus abuelos, un libro con reproducciones de Dalí.
Das plateau, 2008. |
Tal vez por eso, el surrealismo es una de
las claves para entender la pintura de Neo Rauch, una obra que de la misma
manera que levanta pasiones y Brad Pitt es capaz de pagar casi 700.000 dólares
por una de sus obras, o aparece en las colecciones de importantes museos del
mundo, también es capaz de suscitar duras críticas especialmente, por la falta
de emoción que transmiten sus cuadros.
Die stickering, 2008. |
Esto último no deja de ser cierto, cuando
nos fijamos en unos personajes que aparecen en escenas con un punto dramático,
envueltos en una escena a medio camino entre el realismo, el surrealismo, y
derivadas más vinculadas al arte pop, la publicidad o el cómic. Sin embargo,
así lo señalan otros estudiosos de su obra, esa falta de dramatismo tiene más
que ver con la actitud con la que Rauch dota a sus personajes, personas que
parecen estar anunciando el fin de la conmoción y, precisamente por ello, miran
el caos a su alrededor con ese aire de indiferencia, de quien sabe que lo peor
ha pasado y el sol volverá a lucir.
Der nächste Zug, 2007. |
Os dejo con algunas afirmaciones hechas por
el propio Neo Rauch al respecto de su obra, extraídas del artículo NeoRauch: en los límites de la realidad, firmado por Ángel Mateo Charris.
“Cuando estoy delante de un lienzo en blanco
es como si estuviera ante un muro de niebla. Antes de dar un arriesgado paso en
este territorio desconocido, la cuestión que se me plantea es la de qué
encontraré allí y qué equipo necesitaré para emprender con éxito esta
excursión”.
Blauer elefant, 2005. |
“Con estremecimiento abro las diversas
habitaciones contaminadas y cojo materiales variados para almacenarlos
temporalmente en los territorios de mis cuadros. Saco temerosamente motivos de
los barracones en cuarentena y les ofrezco la posibilidad de mudarse a mis
habitaciones de niebla. Me aseguro que sean cómodas instalando un poco de
cultura allí y, en todas estas acciones, soy felizmente consciente del estrecho
barranco por el que podría caer de cabeza a lo absurdo, lo banal y lo
vergonzante. Así que, a mi manera, trabajo en territorios fronterizos, que es
donde deberían estar instalados siempre los estudios de los artistas”.
Leporello, 2005. |
"Constantemente tengo que reprimir al
dubitativo, al inmaduro, al conservador y al virtuoso que hay en mí o, al
menos, intentar compensar estos antagonismos apropiadamente. Las cualidades
alegóricas de estas circunstancias van automáticamente de cabeza al lienzo”.
Abstraktion, 2005. |
“No considero que mi taller sea parte del
fluir del tiempo sino más bien una terminal de pasajeros conectada a la presa
que lo contiene. Sus grandes orillas hacen que se acumulen formas y depósitos
especiales para coleccionar (…) elementos como Balthus, Vermeer, Tintín, Donald
Judd, el pato Donald, el ‘agitprop' y la chatarra publicitaria [que] “pueden
fluir juntos en el sembrado de un paisaje de mi infancia y generar un
conglomerado de injertos sorprendentemente razonable”.
Das gut, 2008. |
“Mi interés en las raíces etimológicas hasta
de los términos más banales me llevan a sedimentos de significado que pueden
introducir impulsos inesperados a las intenciones del cuadro”.
“Creo que puedo ver la pintura como la
continuación del sueño en otro medio”.
Más información: Deutsche Welle, 20 Minutos, Más de Arte.
Pues a mi me conmueve, me moviliza. No pagaría lo de Brad Pitt, porque no tengo ni para el vuelto, pero ha sido importante hoy ver su obra, y conocer un poco de él, tanto por lo que decis como por sus propias palabras.
ResponderEliminarbesos
Yo tampoco podría ponerme a la altura de Brad Pitt desde ningún punto de vista, jejeje. Aunque sí compartimos, aunque él no lo sepa, el gusto por este artista.
ResponderEliminarUn abrazo!!