Edith, Danville, Virginia, 1970. |
Copio con rubor una frase de
Antonio Muñoz Molina dedicada a las fotografías de nuestro protagonista de hoy,
para dar forma al titular, y es que
me parece que ofrecen una descripción precisa y preciosa de las
fotografías de Emmet Gowin, un artista con dos puntos fundamentales de sus
instantáneas, uno es su propia familia especialmente su mujer y, el segundo, el
paisaje.
Edith, Providence, Rhode Island, 1967. |
El acercamiento que hace Gowin a
estos dos temas es fundamentalmente el mismo, tal y como él mismo ha explicado
alguna vez. Esa forma de acercarse al protagonista de sus fotografías tiene que
ver con sacar a la luz esas conexiones ocultas que existen en el mundo real, esos
momentos únicos que traslucen que más allá de lo que vemos hay un algo más que
las obras de Gowin hacen visible.
Barry and Dwayne, Danville, Virginia, 1970. |
Encontrar los por qués de cada
fotografía, qué es lo que le motivó para hacer esa fotografía y no otra, es el
camino que recorre el fotógrafo, es lo que da consistencia a su obra, al menos
así lo piensa él mismo. Un camino planteado como un recorrido de
autodescubrimiento, de análisis de los sentimientos que motivaron la
fotografía, en una suerte de camino hacia su interior personal que sale a la
luz en cada obra.
Edith, Chincoteague Island, Virginia, 1967. |
“No es una cuestión de si el
trabajo es original o no, sino sobre el origen del mismo. Identificarte de una
forma muy personal con lo que haces supone aceptar la responsabilidad de lo que
haces”, resume Gowin antes de explicar que “el gran cambio ocurrió cuando
empecé a viajar, el mismo año en el que murieron tres familiares. La familia
estaba cambiando, y en ese momento empecé a hacer esos paisajes simbólicos”.
Mining Exploration, Utah, 1988. |
Tanto cuando coloca a su familia
en el centro de su obra, como cuando lo hace con el paisaje, Gowin traza una
suerte de cartografía, una sentimental y otra física de paisajes que están en
permanente cambio bien por la mano del ser humano, bien por mano de la propia
naturaleza. Y es que el ser humano sin el paisaje no se entiende.
Nancy, Danville, Virginia, 1969. |
Son paisajes transformados por
erupciones volcánicas, por explosiones nucleares, por explotaciones mineras,
por vigorosas tormentas, en unas fotografías que mantienen un equilibrio
fantástico entre la belleza visual y la devastación, la transformación dramática
por causas naturales o no.
Nancy and Dwaye, Danville, Virginia, 1970. |
“¿Cómo puedes descubrir los
valores que se esconden en las cosas que ya has hecho?” “Nada realmente
importante se ha descubierto de una forma intencionada”. Esta vez secuestro las
palabras del propio Gowin para cerrar el artículo.
Más información: Museum of Contemporary Photography, Bombsite.
Nota al pie: Ya solo faltan 7.
No lo conocía, pero me parece un interesante fotógrafo.
ResponderEliminarAbrazos.
Releo las frases que citas y esas fotografías me parecen aun más próximas.
ResponderEliminarun fuerte abrazo