Nacida en Nueva York en 1955 y
estudiante de Sociología en Iowa, se hizo famosa como fotógrafa gracias a dos
series, la titulada Dirty Windows (Ventanas sucias) y Shopping (Compras). Poco
antes de llevar a cabo esos trabajos, en 1987, había tomado una serie de
fotografías de una pareja de sin techo, con la que logró una cierta proximidad
y pudo hacer un primer trabajo muy cercano a la vida, a la realidad que muchas
veces no vemos.
Dirty Windows está formada por un
conjunto de fotografías tomadas entre 1993 y 1994. Desde la azotea de un
edificio, pertrechada de teleobjetivos, Alpern empezó a tomar instantáneas de
un piso en el que se ejercía la prostitución. Los clientes masculinos eran
personas que trabajaban en Wall Street y, sin ser conscientes de ello,
prostitutas y clientes fueron retratados en sus intercambios.
Así, por medio de unas imágenes
granuladas, en blanco y negro, enmarcadas por una ventana, pudo ver prácticas
sexuales, el pago, las drogas, y todo el submundo que mueve el sexo de pago.
Una secuencia fotográfica que levantó cierta polémica en los Estados Unidos
tanto por su crudeza como por el tono voyeurístico de toda la serie.
Una acusación esta última que
Alpern rechazó de plano al considerar que lo único que estaba haciendo era
reproducir unos momentos que se producen todos los días, es decir, estaba
captando un instante totalmente real a través del cual estudiar las relaciones
entre hombres y mujeres y los comportamientos impulsivos.
Shopping se mueve en esa misma
línea, únicamente que las imágenes esta vez tienen como protagonistas a ella
misma y a otras mujeres que no saben que la fotógrafa las va a convertir en
sujetos de su obra, durante la realización de una actividad tan cotidiana como
el ir de compras.
En esta serie de 1997, Alpern
camufló una cámara de vídeo en el interior de una bolsa para poder tomar las
imágenes incluso en el interior de los probadores de ropa, gracias a las cuales
“cambié totalmente la percepción que tenía de mí misma, de mis expresiones, de
mi cuerpo, de mi piel envejecida y, de algún modo, me vi de una manera muy
diferente a como me veía cuando me miraba en el espejo, de repente, no volví a
saber que era lo que realmente estaba viendo”, en palabras de la propia Alpern.
Dirty Windows y Shopping son
sendas series en las que se ponen de manifiesto unos comportamientos
compulsivos que no son otra cosa que la muestra de la debilidad humana.
Desconocida hasta ahora para mi, pero con un punto de interés muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un concepto diferente de la toma de imágenes, casi subversivo.
ResponderEliminarUn saludo!