El interés por los actos privados
convertidos en actos públicos primero y políticos después, es algo que fluye
por la obra de la croata Sanja Ivekovic (Zagreb, 1949), una artista que ha
puesto luz a una buena parte de la historia de lo que antes era Yugoslavia, una
formación política artificial gobernada con mano de hierro por Tito, y de lo
que después fue la desintegración en varias repúblicas independientes.
Ivekovic pasa por ser la primera
artista balcánica en definirse abiertamente como feminista y de ahí que el
papel de la mujer en la sociedad, los estereotipos de lo que se considera
femenino, y el ocultamiento y la violencia sufridos por las mujeres, sean
lugares comunes en las instalaciones, fotomontajes, performances o videos de
Ivekovic. Temas nada divertidos tratados con una violencia dulce, vehículo para
poner aún más de manifiesto determinadas formas de opresión padecidas por las
mujeres.
En esa relación entre lo privado
y lo público y el mensaje político, se enmarca una de las acciones más
recordadas de la artista. Durante el paso de una comitiva presidida por el
mariscal Tito por las calles de Zagreb, Ivekovic decidió salir al balcón de su
casa, algo prohibido en ese momento por las fuerzas de seguridad en previsión
de un atentado, con una botella de whisky y un libro, al mismo tiempo que
simulaba una práctica masturbatoria. Muy pronto un policía estaba llamando a su
puerta para que abandonara la terraza y se recluyera en el interior de la
vivienda.
Pionera también en la utilización
del video, la formación artística de Ivekovic empieza a desarrollarse al calor
de la primavera de Praga de 1968, aquel primer estallido de libertad en el seno
del bloque comunista que terminó siendo aplastado por los carros de combate
soviéticos, de la misma forma que había ocurrido algunos años antes en Hungría.
De todos modos, Yugoslavia nunca fue un estado comunista digamos “puro”, sino
que permitió un margen de libertad a la creación artística e incluso los
artistas podían viajar al extranjero.
Participante en el movimiento
conocido como Nueva Práctica Artística, Ivekovic empezó a desarrollar el
contenido social y feminista, en un camino que la llevaba en dirección
totalmente contraria al del denominado arte oficial, terminando por convertirse
en una artista de referencia y con capacidad de influencia sobre otras artistas
contemporáneas suyas.
Una obra a través de la cual irán
documentando las sucesivas transformaciones del país, incluyendo la guerra que
dará origen al nacimiento de Croacia como nuevo país, la presidencia del
nacionalista Tudjman, y el regreso a casa de unos veteranos de guerra que hizo
que se dispararan los casos de violencia de género en el país.
Son obras-manifiesto que ponen de
manifiesto las formas que adopta la violencia, tanto la política como la de
género, y como a través de la historia se ha minimizado el papel de la mujer
por ejemplo en la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. En ese último
contexto, colocó a una mujer embarazada en lo alto de una columna en homenaje a
Rosa Luxemburgo en la Plaza de la Constitución luxemburguesa retirando para
ello la Nike original. Una intervención que causó una gran polémica y dos
discusiones en el parlamento.
Otras veces serán series
fotográficas en las que contrapone fotografías de ella misma frente a otras
aparecidas en las revistas de moda en posturas muy similares, a pesar de
tratarse de fotografías tomadas con varios años de diferencia, en un juego de
estereotipos y como los medios de masas son capaces de condicionar los roles
que jugamos e incluso las actitudes físicas que adoptamos.
No la conocía, me ha parecido muy interesante su obra. Gracias :)
ResponderEliminarUna propuesta muy nacionalista para la obra de una artista de una zona no muy conocida en el arte, como Croacia y todos los Balcanes. Gracias por acercarnosla,Alfredo. Saludos.
ResponderEliminarEl paso del tiempo lo refleja esta artista que propone imágenes con cierta violencia, con denuncia, un país que aún cura sus heridas.
ResponderEliminarAlfredo te deseo suerte, mucha para ese proyecto, que todo salga a pedir de boca.
Besitos.
KOKORO: Efectivamente se trata de una artista pionera en muchos sentidos y clave para entender el desarrollo artístico en los Balcanes.
ResponderEliminarUn saludo!
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PACO: Ya sabemos que en esa parte del mundo el nacionalismo es un sentimiento muy arraigado tanto para lo bueno como para lo malo.
Buen finde!
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NATALIA: Por momentos lo desgarrado de algunas de sus propuestas remiten inevitablemente a la desgarradora historia de los Balcanes en general, y de la antigua Yugoslavia en particular.
Un abrazo!
Interesante y estupendo artículo sobre una mujer croata, Ivekovic, su interés por representar a la mujer en nuestra sociedad actual, de un tiempo presente que no es del gusto de muchos con más sombras que luces, su polémica obra en ocasiones(su procedencia) y con sus autorretratos de protesta y disconformidad por acontecimientos no deseados y mucho más hacen que ella en este momento ocupe un importante lugar en el arte y que goce de una importante proyección y referencia en el arte contemporáneo.
ResponderEliminarSaludos.-
CALAMANDA: Desde hace tiempo tengo el conocimiento de que son las mujeres artistas, como es este caso, las que están aportando los temas de más profunda reflexión al mundo del arte. Sus acercamientos, en general, al mundo que las rodea y a las relaciones que tienen con la sociedad y con ellas mismas, es de una gran potencia desde todos los puntos de vista.
ResponderEliminarUn abrazo!!