Acostumbrados como estamos a que
una película que empieza con un asesinato en serie se convierte en un baño de
sangre continuo hasta llegar a un final plagado de tiroteos, de acción
desenfrenada y la muerte del “malo”, después de que el “bueno” haya pasado por
un profundo sufrimiento psicológico, se agradece, y mucho, que un asesinato
múltiple en un vagón de metro del que solo vemos en primera instancia, el
resultado final, derive después de una historia de esas en las que parece que
no pasa nada, pero en la que realmente pasan muchas cosas.
Una historia que se bifurca entre
la joven que se ve cara a cara con el asesino múltiple que la deja escapar con
vida sin que nadie se explique el por qué, y la de un policía que ve su vida
marcada por un problema de salud que provoca una suerte de aislamiento social y
personal, además de la incomprensión de sus superiores jerárquicos.
Una historia que yo veo
relacionada con el miedo, el miedo de una sociedad que se ve amenazada por algo
que no comprende, el miedo de la joven a que el asesino la localice, el miedo
del policía por su salud. También con la soledad, la del policía en una
caravana cumpliendo con un turno de noche que le pone en contacto con una
galería de personajes peculiares, todos ellos presos, asimismo, de la soledad
y, en algún caso, del alcohol y la violencia.
Es un mundo el que nos dibuja
esta película, en la que el caos explota de forma repentina rompiendo la
tranquilidad y lo insustancial de la existencia cotidiana de los personajes, un
caos que se diluye en un final catárquico en el que por fin los personajes
pueden encontrar algo de paz y la sociedad entra de nuevo en el camino de la
rutina diaria.
Sin terminar de ser una gran
película, si me parece una historia a la que merece la pena echarle un vistazo,
y en la que además del trabajo del actor principal, Brendan Cowell, destaca con
luz propia su fotografía tremendamente eficaz para dar a la película esa
atmósfera tan especial que tiene, junto con una banda sonora igualmente
destacable.
Seguiremos tu recomendación...
ResponderEliminarUn abrazo.
No la conozco; habrá que estar atento y verla cuando se pueda. Aprovecho para felicitarte estas fiestas y el proximo año, si superamos el apocalipsis maya. Un abrazo, Alfredo.
ResponderEliminarBALAMGO: Espero que te guste. Ya me lo dirás.
ResponderEliminarUn abrazo!!
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PACO: Superado el timo del apocalipsis maya, aquí seguimos dándole a la cosa 2.0. Felices fiestas y un excelente 2013.
Un saludo!!