Este ingeniero de formación ha
terminado por convertirse en una de las figuras mundiales en el mundo del arte,
un mundo en el que en muchas ocasiones, especialmente desde España, se le
considera como uno de los padres del net-art o del uso de las nuevas
tecnologías aplicadas al mundo del arte, algo en lo que Antoni Muntadas
(Barcelona 1942), no termina de sentirse identificado toda vez que, como él
mismo ha explicado alguna vez, se limita a utilizar aquellos elementos que
considera que le permiten expresar mejor sus ideas y lo demás es algo
anecdótico.
Otra de las etiquetas con las que
viaja Muntadas, es la de ser un artista denso, difícil de descifrar por el
público, algo que el artista vincula con su idea de no considerar al espectador
como un ente pasivo sino como un ente activo, un algo necesario para el buen
funcionamiento de una obra siempre de profundo contenido conceptual.
Obra, más bien “dispositivo” o
“artefacto” según definición del propio artista, que se puede poner en marcha
desde diferentes lugares, espacios, siempre en función del contexto y el
momento en el que la obra, la instalación, la intervención, se presenta ante el
público para generar ese proceso de diálogo enriquecedor en ambas direcciones.
Los procesos de construcción del
espacio público, la simbología que alberga ese espacio de relación social, la
forma en la que se utiliza para legitimar el poder político o económico, son
aspectos muy presentes en una obra que no de lado aspectos como la
globalización y el proceso de uniformidad que trae consigo, y la conformación
de los diferentes ecosistemas de todo tipo que van creciendo alrededor pensados
para legitimar lógicas consumistas ahora entradas en una profunda crisis de la
mano de la crisis de un sistema fundamentado en pilares extremadamente débiles
y que sorprende que no hayan colapsado antes.
Un ecosistema artístico en
definitiva siempre en expansión, en crecimiento, a la manera de un proyecto que
tiene una fase de estudio, desarrollo, implantación y desarrollo en el tiempo y
en el espacio. Así, On Translation, por citar uno de los más conocidos de
Muntadas, dio comienzo en el año 1995 y todavía sigue en desarrollo.
El propio Muntadas explica que “Desde hace mucho tiempo decidí trabajar con
la idea de proyecto, de algo que comienza a partir de una idea, que crea un
proceso de trabajo, tiene diversas fases y necesita un tiempo. Cuando
empiezo un proyecto no sé ni el tiempo que me va a llevar ni en lo que va a
acabar. A menudo implica consultas, entrevistas, una investigación individual o
colectiva. Una vez definido, piensas qué medios utilizar. Mis trabajos son
sistemas, dispositivos, artefactos. Es como una especie de assamblage
para ser activado. Trabajo con estructuras narrativas que la mayoría de las
veces me invento por necesidad, porque me resulta imposible explicarlo con una
sola palabra o imagen”.
Excelente artículo!
ResponderEliminarAbrazos.
Encierra como un mensaje críptico pero nétamente diseñado, solo para agudos visuales.
ResponderEliminarAlfredo, sigo ensimismada ante la galega mar. Besito con mis mejores deseos en bien de la salud.
BALAMGO: Muchas gracias. Espero que estés disfrutando del verano.
ResponderEliminarUn abrazo!
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NATALIA: Necesita que el espectador preste sus sentidos para llegar a captar el mensaje.
Un beso!