Mapa. |
“No he hecho nada, no he elegido
nada. Cuando la idea básica florece, no hace falta hacer nada”. Esta máxima del
italiano Alighiero Boetti (Turín, 1949 – Roma 1994), ya nos pone sobre la pista
del desarrollo artístico del que es uno de los artistas más influyentes del
arte contemporáneo.
Aerei. |
Su llegada al mundo del arte se
produjo en su ciudad natal, cuando se inserta dentro de un grupo de artistas de
ideas izquierdistas como Luciano Fabro, Mario Merz, Giulio Paulini o Michelangelo
Pistoletto, lo que le lleva en un primer momento a ser adscrito al movimiento
conocido como arte povera dentro de una corriente conceptual. El propio Boetti
siempre renegó de cualquier etiqueta artística y siempre defendió su práctica
individual, transgresora y dual.
Alternando de uno a cien y viceversa (1977). |
Ese último adjetivo calificativo
lo utilizo en el sentido de que el artista siempre quiso hacer un acercamiento
a la realidad desde los dos polos posibles, fruto esta actitud de sus lecturas
filosóficas, griegas y orientales, actitud que le llevó a considerarse a sí
mismo como un ente dividido entre Alighiero y Boetti.
Dama (1968) |
“De este modo desarrolló un
sistema de pensamiento creativo que contenía varios principios de dualidad:
norma y excepción, lógica e indeterminación, orden y desorden, singularidad y
multitud, similitud y diferencia, clasificación y desbordamiento, masculino y
femenino, ver y no ver”, tal y como se afirma en la web hoyesarte.
Tomando el sol en Turín el 19 de enero de 1969. |
Esa concepción del arte y de su
propia existencia le va a llevar a explorar multitud de materiales diferentes,
a crear obras (Boetti prefería llamarlos “objetos”) de arte muchas veces en
colaboración con amigos o con artesanos procedentes de otras culturas como
Afganistán o Paquistán, a tomar en cuenta el factor del azar, de lo inesperado,
para aludir a una idea por medio de caminos que exigen al espectador paciencia
y capacidad de observación.
Zig zag (1966) |
El viaje y la curiosidad por
otras culturas va a estar en la base de sus ejemplos de mail art, con el envío
de postales a sus amigos desde lugares inventados, o le lleva a desarrollar
falsas biografías viajeras de diferentes personajes. En esta línea del viaje,
de la geografía cambiante, de las fronteras que van y vienen, se enmarca su
proyecto Mapa, o la recreación de un mapamundi donde cada país está
representado por su bandera, trabajo que fue realizado por mujeres afganas
siguiendo sus formas tradicionales de bordado. Ellas también dieron forma a
otra serie de obras en las que Boetti les daba letras y ellas las unían y les
daban el color que quisieran.
Territorio ocupado (1969) |
De hecho Boetti viajó muchas
veces a Afganistán hasta que la invasión soviética de 1979 se lo impidió
definitivamente, y en Kabul llegó a regentar una suerte de hotel convertido
también en centro de producción artística. En palabras de Borja-Villel “lo suyo
fue jugar, recrear formas y transgredir categorías mezclando lo provisional y
lo inadecuado para conseguir una obra única”.
Más información:
Me ha encantado la entrada y las obras de este artista que no conocia, pero que me impactan, a traves de la pantalla del ordenador, con lo que pierde una obra de arte con este medio!.
ResponderEliminarLa filosofia del artista creo que es de las pocas posibles, por supuesto desde el trabajo cotidiano, pues la inspiracion o el arte no aparece por arte de magia y si lo hace mejor anotar esa magia para luego trasladarla. La vida al fin y al cabo es un juego, divertido siempre, aunque a veces llevemos las cartas marcadas
Buen verano norteño!
Magnífico artículo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSaludos.