La torturada geografía de un no
menos torturado Afganistán, un país imposible, tumba de multitud de ejércitos
que a lo largo de los siglos intentaron dominarlo sin terminar de conseguirlo nunca
ninguno, es el espacio en el que se mueve un pelotón de marines de los Estados
Unidos encargados de mantener un peñasco al que llaman La Roca.
Una roca desde la que dominan,
visualmente hablando, el serpentear de un río condenado a no encontrar nunca el
mar, mientras el viento, el polvo y la arena son los amos de un paisaje
desolado, de una tierra inmisericorde que guarda más esqueletos de la historia
que ningún otro país.
Polvo, sudor y muerte se dan cita
en esta novela de apenas cien páginas, ganadora del periodista del Diario de
León Carlos Fidalgo y galardonada con el Premio Tristana 2010. Una novela
precisa como el disparo de un francotirador, con frases que salen disparadas
como ráfagas de las armas automáticas de unos estadounidenses en medio de un
país hostil, un lugar que no comprenden y en el que más que extranjeros son el
enemigo.
Unas tierras duras que mantienen
la memoria de Alejandro Magno y sus intentos de llegar al océano del que le
había hablado su maestro, de los rusos que vivieron su Vietnam particular y de
los estadounidenses presencia ultramoderna estrellada en los mismos villorrios
espectadores mudos (el silencio es una clave importante de la novela) del
desastre de los ejércitos más poderosos.
Geografía inmisericorde en el que
el tiempo tiene sus propias reglas, su propio devenir capaz de atraer con
particulares cantos de sirena a aquellos humanos ajenos a ella y el misterio se
cierne sobre los páramos mientras el tiempo entra en una espiral capaz de
absorberlo todo y devolver únicamente los restos del naufragio.
“Las guardias en La Roca duran
dos meses. Dos meses largos. Durante ese tiempo, un mismo pelotón se encarga de
otear el horizonte, día y noche, y es lo único que tiene que hacer. Sé que
antes o después nos va a tocar a nosotros. Lo sé desde que encontramos el
cementerio. Pero después de la emboscada, empiezo a pensar que quizá no sea tan
malo”.
Importante aportación al estudio de una tierra tan inhóspita en apariencia como Afganistán. Gracias por dar a conocer esta propuesta. Saludos.
ResponderEliminarMagnífica propuesta literaria.
ResponderEliminarHe estado alga alejado esta semana del blog, pero el recuentro ha sido espléndido.
Saludos.
PACO: Novela corta e intensa en un escenario tan duro e inhóspito como es Afganistán, un país amargado por las continuas guerras.
ResponderEliminarUn saludo!!
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BALAMGO: Creo yo que merece la pena echarle un vistazo a esta novela corta pero intensa.
Un abrazo!!