Cuando en julio de 2009 moría
Merce Cunningham (nacido en Centralia, Washington en 1919), el mundo de la
danza contemporánea perdía a una de sus figuras de referencia, a un miembro de
ese olimpo ocupado por figuras como Isadora Duncan, Marta Graham, Diaghilev o
Balanchines.
A lo largo y ancho de sus 90 años
de vida, Cunningham siempre estuvo abierto a colaborar con artistas
contemporáneos suyos y a aplicar los avances tecnológicos que se iban
produciendo a sus coreografías. Así, va a ser fundamental la colaboración con
el músico John Cage, su pareja durante muchos años, así como con artistas como
Robert Rauschemberg, Andy Warhol o Nam Jun Paik.
Para buscar los orígenes de las
coreografías de Cunningham, hay que remontarse a sus años de estudio en la
Cornish School de Seattle. Allí empezó a interesarse primero por el teatro de
la mano de Alexander Koriansky, la mismo tiempo que “empezaba sus estudios de
danza de la mano de Bonnie Bird, una joven que había estudiado y bailado con
Martha Graham, una coreógrafa que ya era renombrada internacionalmente”, como
se explica en el obituario que publicó Alastair Macaulay en el New York Times.
El contacto con el teatro le hará
conocer a nuestro bailarín la forma de interpretar a Shakespeare o Chejov, al
mismo tiempo que aprendía las bases del método de Stanislavsky. El
descubrimiento de las obras del fotógrafo Edward Weston o de la pintura de Paul
Klee, y las danzas de los indios americanos, supondrán hitos importantes en la
definición del estilo posterior de Cunningham.
Después de ser solista en la
compañía de Martha Graham, Merce Cunningham presentará su primera coreografía
en 1944 ya con música de John Cage. Ese fue el primer hito de una carrera
basada en la libertad más absoluta, en la disociación de todos los elementos
que intervienen en la danza. Así, por un lado planificaba la coreografía
mientras que la música se componía totalmente aparte, de tal forma que los
bailarines podían llegar al día del estreno sin haber bailado ni una sola vez
con la música. Y lo mismo se puede decir de las luces o la escenografía.
“Mi campo sigue siendo el
movimiento del cuerpo humano y eso no ha cambiado desde que nos erguimos para
andar con los dos pies. Aunque las posibilidades específicas que tiene el
cuerpo para moverse son relativamente pocas, su variación no tiene límites”,
explicaba el propio bailarín en una entrevista que firmaba Laura Kumin en el
año 2000.
Esa investigación alrededor de la
complejidad del movimiento es lo que movió a Cunningham durante toda su vida, y
eso se tradujo en espectáculos sin hilo narrativo, huidos de la estructura
clásica y entrar en un camino más próximo a la vida con sus altos y sus bajos,
sus sorpresas y el azar como presencia. Todo eso y muchas otras cosas más, se
combinaron para dar nacimiento a una revolución absolutamente trascendental
para el mundo de la danza.
Más adelante introducirá la
programación informática como herramienta de ayuda para la construcción de
coreografías y antes, en los años 70, ya se había interesado por la grabación
de los espectáculos como forma de explorar el movimiento, de llegar a la
comprensión profunda del movimiento.
Se puede bailar en cualquier
sitio era otra de las máximas de Cunningham, de ahí que no fuera extraño que
espectáculos suyos se desarrollaran en espacios no habituales, fuera de los
teatros, y así la Plaza de San Marcos en Venecia, la estación Grand Terminal de
Nueva York o una playa en la ciudad australiana de Perth, son escenarios que
han visto las evoluciones de su compañía.
La gracilidad con la que se
mueven algunos animales, la filosofía del budismo zen, la antropología, el puro
movimiento, la libertad, junto con el vocabulario aprendido de Martha Graham y
la técnica del ballet, son algunos de los elementos más relevantes de la
revolución que Cunningham introdujo en el mundo de la danza.
Alfredo, la danza ese vuelo, el cuerpo a voluntad, movimiento o quietud, belleza y disciplina.
ResponderEliminarAmigo espero que puedas venir te envié mensaje ¿te llegó?
Nota: Viste que debido al copyright del autor no podemos ver el vídeo !paciencia!
Besitos.
Excelente homenaje al mundo de la danza que haces a través de la figura de Merce Cunningham.
ResponderEliminarAprovecho, Alfredo, para desearte a tí y a los tuyos lo mejor en estas fiestas, así como un año nuevo con mucha salud y mucho arte. Abrazos desde ArteTorreherbros.
Desearte lo mejor para éstas fiestas. Pues los momentos que hemos degustado contigo,proporcionados con los magníficos post culturales, han sido estupendos.
ResponderEliminarAbrazos.
NATALIA: Gracias por avisarme lo del video, no me había dado cuenta. Ya lo he cambiado y a lo que parece este se puede ver sin problemas y espero q siga así.
ResponderEliminarYa te he enviado noticias.
Un abrazo!!!
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PACO: Cunningham no solo es una figura relevante de la danza, q lo es, sino q además ha influido en multitud de artistas contemporáneos en un proceso de influencia mutua muy enriquecedor.
Te devuelvo tus buenos deseos para estas fechas y para q nos sigamos visitando el año q viene.
Abrazos!!
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BALAMGO: Gracias por tus buenos deseos y te deseo q en 2012 se cumplan todos tus sueños. Gracias por tu presencia constante y tomarte la molestia de compartir tus opiniones. Espero q el año q viene sigamos intercambiando visitas.
Un saludo!!!