“Mis fotografías no son reales, pero muestro tu realidad, y mujeres reales”. Una frase del propio fotógrafo germanoriental indicativa del eclecticismo, de la originalidad que se esconde y se muestra en cada una de sus fotografías.
Olaf Martens estudia la profesión en una prestigiosa escuela de la ciudad de Leipzig y ambienta muchas de sus escenas en escenarios de Chequia, Turquía o Moscú, huyendo así de los escenarios occidentales. Él mismo dice en esta entrevista, de la que están extraídos todos los entrecomillados de este artículo, que “no lucho contra el sistema y por eso no voy a París y sí a Praga o Moscú para hacer mis fotografías de moda. El mundo del Oeste es otro mundo, y el Este es otro completamente distinto”.
En la producción fotográfica de Olaf Martens nos podemos encontrar con una vertiente social, esa que inició en la República Democrática Alemana recorriendo el mundo underground algo que no le dejó de traer problemas con la policía, momento en el que decidió empezar a construir “mi propio mundo, tocar mis propios temas, construir mis propias escenas fotográficas”, como afirma en la entrevista ya citada.
Y es que a Martens le caracteriza, entre otras cosas, un alto componente escenográfico en todas y cada una de sus fotografías, especialmente las relacionadas con la moda, teatralizando los gestos, los escenarios, las historias que nos quiere contar y con un sentido del humor muy presente en todo momento.
La mujer, su sensualidad, el erotismo son protagonistas de unas imágenes con mujeres reales, dicho esto en el sentido de que se apartan del concepto de modelo de pasarela, mujeres que pueden ser nuestras vecinas y que, en ocasiones, contrapone a esas modelos irreales ofrecidas por el mundo de la moda.
“Mis mujeres son mujeres normales, viven en pisos junto al tuyo y es una mujer que puedes llegar a alcanzar. Son absolutamente normales”. Mujeres de la limpieza, mujeres con curvas, stripers, bailarinas, travestis, son seres sobre los que Martens posa su mirada en repetidas ocasiones
Son fotografías en las que nos es posible encontrar varios mundos al mismo tiempo o, al menos, varias historias parecen posibles, tal es la combinación de elementos que nos plantea en sus trabajos. Escenarios en los que conviven procedencias diversas recombinadas en una suerte de “eclectismo postmoderno”, utilizando una de las definiciones que más veces se repiten en las informaciones de prensa publicadas en nuestro país con motivo de la exposición que de la obra de Martens se puede ver en PhotoEspaña.
Rompedoras y dramáticas, en cierta forma, las fotografías de esta mujer, que trata de diseccionar la realidad actual; alguanas fotos son impactantes, pero otras curiosas, como la última, que me atrae mucho.
ResponderEliminarAprovecho, Alfredo, para desearte un feliz verano; yo desaparezco del mundanal ruido este fin de semana y no quiero saber nada de internet hasta septiembre. Allí nos reencontraremos. Un fuerte abrazo.
Imágenes de mundos paralelos al que nos acoge a diario. Una mirada caleidoscópica, diversa, original y que abre caminos a la imaginación.
ResponderEliminarBuen verano!!
Estupendo artículo y excelentes fotografías.
ResponderEliminarParticularmente a mí me viene muy bien para mis clases de fotografía.
Abrazos.
me ha gustado muchísimo alfredo... te dejo un saludo y una recomendación busca las obras de Marcos lópez
ResponderEliminarcreo que podrían interesarte
un gran abrazo!
Gracias por la recomendación. Le echaré un vistazo a la obra de Marcos López a ver que tal.
ResponderEliminarUn abrazo!!