Reconozco que siento un algo pudoroso a la hora de sentarme a escribir este artículos, y es que temo que un exceso de palabras no encaje bien con la hermosa sencillez que se oculta y se nos muestra en cada una de las canciones de Andrew Bird, un profesor de piano de Chicago que primero quiso tocar swing, luego pensó en hacerse silbador, y que, finalmente, aprendió a tocar la guitarra e inició una carrera en solitario jalonada por un puñado de discos de esos que se convierten en compañeros imprescindibles en los buenos viajes musicales.
Noble Beast, disco editado este mismo año 2009, es su producción más reciente, y en ella podemos encontrarnos con algunas de las constantes en la música de Bird, como es el sonido del violín, la guitarra y, sobre todo, ese silbido tan característico y que tantas cosas aporta a sus canciones. Un disco que me atrevo a considerar como perfecto para acompañar esta incipiente primavera, y es que los temas que le dan forma invitan a que nos sentemos a escucharlos tranquilamente, a que dejemos que las canciones vayan dejando en nuestro paladar toda la gama de sabores que contienen, y que piden varias escuchar para que el proceso de decantamiento sea completo. Un disco que camina por terrenos amables, nada abruptos, por un delicado equilibrio que es también el que mantenemos con la naturaleza que permite la vida.
Antes de llegar hasta ahí, se enroló con un grupo que reinterpretaba los temas clásicos de los años dorados del swing. Eran los Squirrel Nut Zippers. Aquello no duró mucho y en 1996 ya sacará su primer disco en solitario en el que ya dejaba ver que su música se iba a mover por los terrenos del blues, el jazz y el folk, territorios que seguirá visitando en los discos siguientes.
Aunque el primer disco con el que consiguió llamar la atención de una forma más llamativa fue Weather Systems, editado en el 2003, después de una serie de trabajos en los que el sonido tenía mucho de experimental, la piedra fundamental se apoyará en Armchair Apocrypha (2007). Ahí consiguió reunir un grupo de canciones realmente memorable, un disco lleno de emoción, de instantes de gran belleza, muy redondo, con un sentido lírico que ya se ha convertido en toda una seña de identidad en la discografía de Andrew Bird.
Escuchando su música, en ocasiones, es muy difícil no dejarse acunar en los brazos de una nostalgia indefinida, un sentimiento que no tiene por qué tener algo real detrás, canciones que nos hablan de la soledad, de la necesidad de vivir de una manera diferente lejos de las falsas seguridades con las que intentamos arroparnos en nuestra existencia. Y si se va a acercar por vez primera a la música de Andrew Bird, no espere encontrarse con una gran voz, pero sí con alguien que consigue hacer virtud de una limitación, y a través de unas melodías muy elaboradas al servicio de unas canciones que sugieren muchas más cosas de las que dicen.
Discografía: Noble Beast (2009), Soldier On (2008), Armchair Apocrypha (2007), The Mysterious Production of Eggs (2005), Weather Systems (2003), The Swimming Hour (2001), Oh Grandeur (1999), Thrills (1998), Music of Hair (1996)
Me paso rapidillo a visitarte y a saludar.
ResponderEliminarLa música genial!
Besos y q pases un lunes al menos llevadero..!!
¡Hola!Nunca dejas de sorprenderme...Me gusta el primero
ResponderEliminary el sengundo vídeo...Ya he conocido hoy algo nuevo.
¿Sabes?Tengo en casa algunas casitas de esas de madera para los
pájaros...las dos fotos muy originales.
Esta semana aquí estamos de feria..."La feria del Caballo"...
pero también del vino...de Jerez!.
Un fuerte abrazo.
CALAMANDA
SO: Siempre puedes volver más despacio cuando tengas un ratito.
ResponderEliminarBuena semana!!
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CALAMANDA: Parece que me interesa más el mundo del vino que el del noble bruto, y es que unos finos de tu tierra son una experiencia maravillosa.
Yo hace poco que he descubierto a este cantante norteamericano, así que en su momento para mí también fue una grata sorpresa.
Pásatelo bien en la feria.
Abrazos!!
me dejo llevar por ese primer tema, ya me hizo presa de una devoción que imagino mucho más intensa a pesar de la simpleza de su voz. Es que trasmite, mucho, y entonces una vez me digo y escribo 100 veces: NO DEBO PASAR POR EL BLOG DE ALFREDO TAN TEMPRANO, ME DISTRAE DE MI TRABAJO! NO DEBO PASAR POR EL BLOG DE ALFREDO TAN TEMPRANO, ME DISTRA DE MI TRABAJO! NO DEBO...... jajajajaj
ResponderEliminarBESOTES
Eres un pozo de conocimentos, la de cosas que aprendo aquí, lástima que llevo una temporada pillada de tiempo y no puedo quedarme a escuchar toda la música.
ResponderEliminar----------------
Que suerte has tenido, escuchar a Eleftheria Arvanitaki en directo es un lujazo, ya nos contarás.
Menuda agenda tienes !!!
Abrazos musicales.
CASANDRA: Había un anuncio de chocolate en televisión que decía que lo mejor para librarse de la tentación es caer en ella, así que ya sabes, ríndete a la tentación y sólo así pordrás librarte jejejeje.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana!!
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FUGA: No te preocupes, porque cuando tengas algo de tiempo y de ganas ahí seguirá el artículo esperando pacientemente.
Lo de Arvanitaki no lo podía dejar pasar y espero el miércoles tener listo el artículo correspondiente.
Besotes!!