miércoles, 9 de abril de 2008

Spoken World (día 2)

EVENTUALMENTE PASO DÍAS ENTEROS SANGRANDO
(POR NEGARME A SER MADRE)

El vientre vacío sangra / exagerado e implacable como una mujer enamorada. / Si los hijos no salieran nunca / del cuerpo de sus madres / juro que tendría uno ahora mismo / para sentirlo crecer dentro de mí / hasta poseerme como en una sesión espiritista / o como si mi bebé y yo / fuéramos muñecas rusas / una llena de la otra / mamá llena de bebé. / También tendría un hijo / si ellos siempre fueran bebés / y pudiera sostenerlo en mis brazos por encima de la realidad / para que mi niño nunca pusiera los pies en la tierra. / Pero ellos llegan a ser / tan viejos como uno. / No alimentaré a nadie con mi cuerpo / para que viva este suicidio en cuotas que vivo yo. / Por eso sangro y tengo cólicos / y me aprieto este vientre vacío / y trago pastillas hasta dormirme y olvidar / que me desangro en mi negación.

El segundo día del Spoken World dio comienzo con la recitación a cargo de la poetisa gallega de Ourense, Miriam Reyes, quien desde los 8 años vivió en Caracas donde estudió en la Universidad Central de Venezuela, y que se ha convertido en una de las principales representantes del spoken world en nuestro país.

Lo que trajo hasta la Laboral fue un conjunto de poemas acompañados por una proyección de imágenes acompañadas de música, que contribuyeron a apoyar muy bien lo que sus palabras querían transmitir. Palabras en las que flota una verdad intensa, primigenia, que tiene que ver con experiencias vitales, y con un conocimiento profundo de una personalidad intensamente femenina, y capaz de llegar a profundidades de esas en las que la presión es muy difícil de resistir.

Nos habló del amor, de la infancia, del sexo, de la soledad, de las decepciones, de una trayectoria vital en suma que se nos revela y nos hipnotiza, para llevarnos a un terreno en el que nos sentimos tímidos, en una zona muy íntima, llena de verdad descarnada y de un concepto muy profundo de mujer.

INMÓVIL

Abandonado a tu pesadez de hombre inmóvil / me miras con antiquísimos resentimientos. / Óyeme bien / soy inocente de tu pasado / no soy tu puta madre / ni tu enferma madre / ni tu loca madre / aunque sea puta loca. / No merezco recibir agresiones ajenas / retrasadas y caducas. / No proyectes sobre mí los espectros de tu niñez / tengo forma, color y dimensiones propias. / Tampoco vengas a mí / llorando como un niño / cuando no lo eres. / Este regazo que te acoge también te desea. / No sobreactúes / a mí también me expulsaron del paraíso / antes de tiempo / y sin notificación previa / ¿a quién no? / Anda hombre / levántate de ti.

Henry Rollins

Cuando Miriam Reyes dejó vacío el escenario, y con sus palabras todavía flotando en el aire, tomó su lugar el norteamericano Henry Rollins, considerado como el auténtico pionero del spoken world. Cantante, compositor, editor, artista de spoken world, escritor y actor, Henry Rollins hizo una puesta en escena de una sobriedad imposible de reducir. En solitario, sin ningún instrumento, proyección o música enlatada, solo, vestido de negro y con el micrófono en su mano izquierda, empezó a hablar y ya no paró hasta pasada una hora.

Discurso muy pegado a la vida, pero sobre todo a la muerte, un elemento éste último en el que no encuentra nada heroico, valeroso, bonito, sino todo lo contrario. Habló de algunos de sus múltiples viajes, y del contacto que tuvo con la muerte en muchos de ellos, incluyendo el más reciente a Pakistán que coincidió con la muerte de Benazir Bhuto.

Un día en el colegio, un niño le pegó mientras le acusaba de haber matado a Martin Luther King, y cuando llegó a casa y se lo contó a su madre, ésta le aconsejó que la próxima vez extendiera su mano y dijera con la mayor de las sonrisas: hola, me llamo Henry y quiero ser tu amigo. Eso no hizo que le pegaran menos, pero con esa filosofía ha ido por todos los rincones del mundo, y dice que esa actitud le ha abierto muchas puertas.

No dejó de lado las críticas al gobierno norteamericano de George W. Bush, un presidente del que dijo que no se preocupa por la economía, ni por la sanidad, ni por la seguridad, sino que nada más que sabe hacer la guerra, y pidió que no se juzgara a todos sus compatriotas por su presidente.

Recordó un primer viaje adolescente a España, con la consiguiente visita a una plaza de toros para ver una corrida, para dejar en el aire una crítica al maltrato que sufre el toro y una metáfora que despertó la hilaridad general, al llamar a los toreros "carniceros muy sexys", por los trajes de luces.

Henry Rollins nos dejó un canto a la vida, al entendimiento, y a acercarnos a los demás con una mente abierta, sin superioridades de ningún tipo, y, a veces, basta con alargar la mano y sonreír para que las puertas se abran. Luego sólo hay que entrar.

2 comentarios:

  1. Anónimo21:23:00

    Heny fue estupendo! Lleva años haciendo Spoken-Word, tambien considerado el pionero de esa disciplina. Rollins adapto su routina al publico Español, añando su propia critica de las corridas de torro y sin alejarse de su postura democrata, descargo piedras de bronze sobre la institucion de GW Bush y de norte America en general. Relatando sus viajes a taves el mundo y con sarcasmo nos deja ver que las unicas fronteras entr nos otros y los demas son solo las que nos planteamos a nosotros mismos.
    Come back to Gijon henry!!!

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  2. Tengo que reconocer que antes de ese día no conocía para nada a Henry Rollins. Luego hablando con gente que conoce estos asuntos ya me explicaron su importancia. Fue una gozada verlo sobre el escenario de la Laboral.

    Gracias por el comentario.

    Un saludo.

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