miércoles, 13 de junio de 2007

Helmut Newton (Berlín, 1929 – Los Angeles 2004)

Retratos, desnudos, moda y paisajes son los cuatro grandes temas en los que se resume la magna obra de uno de los fotógrafos más importantes de la historia, como es Helmut Newton, un judío alemán que escapó de su país en 1938, justo antes de que empezara la persecución sistemática de los judíos, rumbo a Singapur para recalar finalmente en Australia, país del que adoptaría la nacionalidad, y desarrollar completamente los conceptos que había empezado a aprender en el estudio de la fotógrafa Yva. Luego pasaría a vivir con vistas al Mediterráneo desde Montecarlo.

Sexo y glamour son claves en la producción de este fotógrafo (él rechazaba la denominación de artista), con mujeres desnudas o vestidas de una forma andrógina, enmarcadas en paisajes lujosos como vestíbulos de hotel, grandes salones, habitaciones majestuosas o castillos.

Son mujeres orgullosas de serlo, que se saben poderosas y no tienen miedo de mostrar ese poder, sensación que transmiten incluso cuando aparecen vestidas de forma exigua, pero bien maquilladas, con joyas caras y subidas sobre altos zapatos de tacón que les dan un fuerte aire fetichista, pero que también contribuyen a la imagen de lejanía, de frialdad, de colocarse más allá de un espectador al que en ocasiones miran con desdén, o nos se muestran esquivas, en un juego que nos atrapa en la telaraña que el fotógrafo ha tejido después de un largo proceso de elaboración.

Newton lleva el concepto de cuerpo femenino más allá de la feminidad, acercándolo a cánones del clasicismo griego con ese punto de perfección, de equilibrio, de composición armónica tan caro a los griegos del siglo V. Pero la obra de Newton es más compleja que todo eso, porque a pesar de ello, en muchas de sus fotografías nos encontramos con un elemento de incertidumbre casi angustiante, casi como si quisiera que sus modelos fueran rabiosamente contemporáneas y compartieran con el ciudadano de a pie sus mismos sentimientos de encontrarse perdidos en calles paupérrimamente iluminadas o en grandes espacios abiertos donde la naturaleza empequeñece al hombre.

Quizás sea esa perfección en los cuerpos, ese equilibrio y una, por supuesto, enorme carga sugestiva, además del absoluto dominio de la técnica fotográfica, lo que hace que sus obras sean intemporales, tengan un valor trascendente que nos obliga a observar cada una de sus fotografías con la esperanza de penetrar en lo que se oculta allí detrás, incluso a pesar de que Newton afirmaba que “Mi aproximación se aleja de un extremo demasiado intelectual. Es más visceral que intelectual.”

Murió un 23 de enero de 2004, cuando contaba 83 años de edad, al estrellarse con su coche contra el hotel Chateau Marmont en la ciudad estadounidense de Los Angeles.

2 comentarios:

  1. buenisimo!!!...helmut newton es uno de los mas grandes fotografos, que fue capaz de retratar a la mujer en su aspecto mas sensual...desinibida, buena seleccion de imagenes, fotografio a algunas de mis actrices favoritas, nota aparte merece la sesion de deneuve....bellisima
    saludos

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  2. Sin duda fue capaz de sacar a las mujeres que fotografió todo lo que llevaban dentro, eso que no se ve a simple vista y que sólo después de un tiempo se llega a intuir. Él lo hacía por medio de sus fotos. Un maestro.

    Un saludo!

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